El marplatense Horacio Zeballos, con la clasificación asegurada para el Masters de Londres, disfruta su momento.
Por Marcelo Solari
En el todavía acotado universo de actividades deportivas en desarrollo Argentina (y en todo el mundo), sin dudas el tenista marplatense Horacio Zeballos es uno de los deportistas del momento. Su clasificación al ATP Finals de dobles (ex Masters), en Londres, supone un objetivo de alto vuelo, que alcanzó con amplitud en compañía de su eficiente compañero, el español Marcel Granollers.
Por fortuna para él y el tenis argentino, a lo largo de su dilatada trayectoria, protagonizó varios capítulos con cierta épica que llevaron a categorizarlos como “el mejor momento de su carrera” (por caso, el título en Viña del Mar, en 2013, tras vencer en la final a un tal Rafael Nadal).
Pues bien, hoy vive otro de esos “momentos”, y así lo espera y se prepara, mientras entrena en el Club El Abierto, según le contó a LA CAPITAL:
– Sin dudas, clasificar al Masters de dobles era uno de los grandes objetivos del año. ¿Qué significa haberlo conseguido y además con cierta amplitud en una temporada tan atípica?
– Primero que todo, una gran alegría. Obviamente estamos muy contentos. Y sí, era claramente el objetivo para este año y especialmente más aún después de la pandemia, cuando no había mucha seguridad para viajar e ir al exterior otra vez. En la comodidad del hogar uno estaba relativamente seguro y había que afrontar la decisión de ir al US Open y a la gira por Europa. No fue fácil. Yo, personalmente, estaba con muchísimas dudas. Pero la posibilidad de clasificar para el ATP Finals fue una de las principales motivaciones para volver al circuito aún ante tanta incertidumbre. Estamos súper contentos de haberlo logrado. Significa mucho estar entre las mejores parejas del mundo, jugar contra los mejores. Es un premio al esfuerzo de todo el año y, en mi caso, de toda mi carrera.
– ¿Habían sacado cuentas de que podía darse de esta manera antes de tomar la determinación de frenar por un par de semanas? ¿Pensaban que era más necesario parar un tiempo y tomar impulso tomando el riesgo de no sumar puntos?
– La verdad es que no lo teníamos seguro. Hasta la semana pasada yo estaba analizando los puntos que habían sumado las parejas que seguían jugando cuando nosotros paramos. Pero teníamos que parar porque veníamos de una gira de casi 7 semanas y si no frenábamos, se iba a empezar a sentir el cansancio físico y mental. Ese paréntesis ya lo teníamos programado incluso antes de Roland Garros. Nos perdíamos torneos que no eran tan importantes por la cantidad de puntos, y habíamos sumado bastante con el título en Roma. Eso nos permitió descansar con un colchón de puntos importante.
Marcel Granollers y Horacio Zeballos van por más al Masters de Londres.
– Decidieron no ir al ATP 500 de Viena y solo tendrán el Masters 1000 de París antes del Masters de Londres. ¿Cuáles son los argumentos para tomar esa decisión?
– Tiene que ver un poco con lo anterior. Siete semanas fuera de casa, recuperar fuerzas. Con el objetivo de entrar a Londres ya obtenido, hoy le doy prioridad a estar un poco más con la familia antes de volver a irme. La idea es jugar el Masters 1000 de París y después nos va a quedar una semana libre para entrenar en Londres. Igual, todavía no descartamos 100% Viena. Pero si vamos, llegaríamos con el tiempo justo, para aprovechar el máximo posible en Buenos Aires.
– Más allá de algunos contagios puntuales y muy contados, el sistema de burbuja parece funcionar bien. ¿Es tan así? ¿Cuánto más agotador es esta modalidad en comparación con la vida habitual? Porque tampoco es que en pleno circuito tienen tanto margen para abstraerse del tenis…
– Sí, creo que es un método que está funcionando y me parece que va a continuar para el año que viene, también. Una vez dentro de la burbuja y que el resultado de tu test es negativo, yo me siento cómodo y seguro. Obviamente que es cansador estar constantemente con el barbijo, la limpieza de las manos con alcohol, pero es el mismo protocolo que uno cumple en su casa, así que es cuestión de convivir con eso. Lo que nos da un poco de miedo es cuando se registra algún caso positivo, lo mandan a la casa y después da negativo. Con algún tenista o con alguien del grupo de trabajo. Esa incertidumbre del falso positivo es desgastante. Pero más allá de eso, el sistema funciona y nos sentimos seguros. No cambia tanto con respecto a la vida “normal” en el circuito. De la otra manera tal vez tenías la posibilidad de salir a comer a algún lugar y eso ahora no se puede hacer. Pero después de tantos años de giras, básicamente es lo mismo. Trabajar (entrenar o jugar) y regresar al hotel.
– Con Marcel Granollers cada vez parecen más sólidos como binomio pero seguramente siempre se puede mejorar. En ese sentido, ¿qué les falta para consolidarse aún más como dúo?
– Hay que seguir jugando, seguir conociéndonos. A medida que van pasando los torneos y las semanas de convivencia nos vamos conociendo mejor y tomando más confianza. Como vivimos en países diferentes, no es tan fácil que podamos entrenar juntos. Aprovechamos muchísimo el tiempo que compartimos en los torneos. Por supuesto que podemos seguir mejorando. Cada uno en alguna cosa puntual del juego, como la devolución o la volea. Pero más allá de eso, me siento muy cómodo con él y por suerte se está reflejando en los resultados.
– ¿La disciplina del dobles ha tenido una evolución en los últimos tiempos? Al menos en calidad, hay 15 o 20 parejas de primer nivel en el circuito. ¿Cuál es la explicación?
– Sí, el tenis en general ha evolucionado un montón. Se ve día a día. No solamente en el dobles, sino también en el single, tanto en hombres como en mujeres. Observo que cada jugador/a se toma esto muy en serio, en forma muy profesional. Mejora en la alimentación, en lo físico, en el tenis. Hoy en día es todo muy fino, porque todos juegan bien al tenis, entonces se sigue buscando la perfección en otros puntos importantes que te lleven a ser un mejor jugador. Hoy en día esto se lo toma estrictamente como un trabajo. Hace algunos años atrás, no era tan así. Y como cada tenista intenta hacerlo de la mejor manera posible, eso ha elevado el nivel de todos. Y la competencia misma. Es tan difícil, tan duro ganar partidos y torneos, que eso también lleva a mejorar. Cuando se dice que Roger Federer o Rafael Nadal se han valido del otro para seguir mejorando y elevar su tenis para mantenerse entre los top durante tanto tiempo, lo mismo sucede con los que están un poco atrás de ellos y así en todos los niveles.
– ¿Qué aspectos mentales y de juego serán los más importantes para tener una buena actuación en Londres?
– Creo que lo vamos a tomar como un torneo más. No presionarnos con que se trata del Masters, donde están los mejores. Intentaré disfrutarlo por tratarse de la primera vez que voy a estar ahí, pero también sé que cada partido va a ser una final. Eso es muy importante tenerlo en cuenta. Se puede perder o ganar contra cualquiera, porque enfrente van a estar las mejores parejas del mundo. Tengo que salir a la cancha a dar lo mejor de mí y quedarme tranquilo porque sé que lo voy a hacer.